Desde hace varios años, el 15 de agosto se celebra el día internacional del gato callejero. Esta festividad tiene como finalidad concienciar sobre la situación de los felinos que viven en nuestras calles en un ambiente hostil y peligroso.
Los gatos que viven en la calle no son de la calle sino que son fruto del abandono y de tenencia irresponsable por parte de los humanos.
Es importante destacar que estos animales viven auténticos calvarios por culpa del entorno y por tener como vecino al más dañino de los animales, al ser humano. Los gatos no sólo deben apañárselas para conseguir comida y cobijarse de las inclemencias del tiempo, también se ven constantemente agredidos por la gente que los atropella, los envenena, los apalea, los quema, los rocía con ácido, azuza a sus perros para que los destroce, y mil atrocidades más. Todo esto parece justificado por escusas como que transmiten enfermedades, que ensucian, que son malos, que rompen la basura, o que son seres inferiores cuyas vidas no importan. Justificado por la ignorancia y la maldad humana.
Hoy es un día para homenajear a los gatos de la calle y a los alimentadores y gestores de colonias, pero también para concienciar y reivindicar un trato digno hacia los felinos, la implantación del programa CER en cada rincón del mundo y el fomento de la adopción de estos seres tan especiales, sin discriminación por edad o físico, simplemente dando la oportunidad a uno de estos guerreros que luchan cada día por sobrevivir.